La ilusión por la ensaladera de plata, la presea ansiada por el tenis argentino, llega a su quinta entrega este fin de semana. Pasaron por detrás numerosos jugadores, entrenadores, dirigentes, muchos hinchas, buenas, malas, egos, renuncias, regresos, y por supuesto la esperanza de que un día debe darse. También hubo espacio para el pesimismo. Aquél que, nacido desde la histórica final que la dupla Vilas-Clerc luchó como pudo, se nutrió en los años fuera del Grupo Mundial para salir fortalecido de las 3 finales recientes con Rusia, y España x2.

Todo ese bagaje rezaba como nadie que el mejor momento había pasado. Que al tenis argentino le llevaría mucho tiempo volver a disponer de chances así. Se equivocaron, y mucho. Si bien las tormentas no cesaron y los vaivenes dirigenciales cambiaron de un año para otro los equipos, Argentina se mantuvo allí, esperando.

En un año donde el calendario lo hacía impensado, con sus singlistas lejos del nivel de otrora, la campaña fue sorprendente. Tras dejar en el camino a Polonia y asegurarse la categoría, el equipo fue a Italia a ver que pasaba. Y sucedió que arrasó, con 3-1, a un equipo algo inflado pero competivo.

No pasan de la semi, volvieron a vaticinar. En frente estaba, de visitante otra vez, el último campeón Gran Bretaña con Andy Murray incluído. Y pasó lo imposible. Juan Martín Del Potro llegó desde su plateada en Río y se llevó al 2 del mundo. Pella y Mayer completaron la hazaña y Argentina se metió en su quinta final.

Increíble, y otra vez relucen los presagios. Otra vez somos visitantes como todo el año. Pero hacia Croacia viaja la ilusión más profunda de este deporte que supo ganarse popularidad en base a lucharla siempre. Por eso la gente se ha hecho un lugar para viajar a Zagreb, y tantos otros miraran por televisión la definición.

La final será una nueva prueba para este equipo. Orsanic volvió a apostar por los 4 de Glasgow, y esta vez Del Potro llega con algo de rodaje por el mundo ATP. Enfrente, Croacia busca repetir su proeza del 2005, cuando venció a domicilio a Eslovaquia para llevarse el título en lo que fue su única final. Ahora, casi con el mismo equipo pero una década después, juegan en casa.

Argentina lleva la ventaja en el historial al ganar los 3 cruces previos, pero se sabe que en estas instancias todo puede suceder. Por lo pronto, la inclusión de Federico Delbonis como singlista para el primer día despertó sorpresas y será el 41 del ránking el primero en escena mañana al medirse con Marin Cilic, Nº6 del mundo.

Luego de ese encuentro, Juan Martín Del Potro (38) se cruzará con la segunda raqueta croata Ivo Karlovic (20), el experimentado tenista de 37 años de edad. El sábado se enfrentarán, salvo algun cambio de última hora, Iván Dodig-Frank Skugor contra Guido Pella-Leonardo Mayer. De ser necesarios, el domingo se intercambiarán los singlistas aunque también puede haber substituciones.

Arranca la final y continúa la ilusión. Esa que no nos deja quietos hace tanto tiempo, buscando la ensaladera. Será una dura batalla, como lo fueron las anteriores, y también sabemos que estará todo un país apoyando al equipo en esa decisión crucial.

Seguí los encuentros este viernes desde las 10 y el sábado a las 11 en www.juegaargentina.com.ar

Por: Marcos Bernaola