El milagro no pudo ser. La desorganización que dejó al fútbol argentino, bicampeón olímpico (2004-2008), al borde de no participar de esta edición y llegando con un equipo sin casi preparación, esta tarde de miércoles culminó con la previsibile y justa eliminación del equipo argentino en Río.

No hay necesidad de encontrar culpables futbolísticos de este asunto, ya que los chicos argentinos y el mismo DT Olarticoechea dieron todo y sólo se despiden del torneo por diferencia de gol, goles que faltaron.

El gran trabajo en divisiones juveniles que llevó a Argentina a sendos campeonatos sub20, los dos oros olímpicos (primeros en su historia) y la base del equipo subcampeón del mundo y de América en la actualiad, hace tiempo que se desmanteló. Los resultados ya empiezan a estar a la vista y, si no se toman recaudos, serán peores en el futuro de la mayor.

Sin embargo el equipo argentino salió a competir con mucha entrega, primero en el Engenhao de Río de Janeiro, y esta tarde en Brasilia. Cayeron por muy poco frente al subcampeón europeo sub21 Portugal en el primer duelo pero se recuperaron bien derrotando a Argelia y llegando a la definición con chances. En esos dos partidos una de las claves fue la falta de precisión para definir varias situaciones de gol creadas, en especial en los pies de Jonathan Calleri.

Esa misma poca eficacia fue la culpable de la eliminación este mediodía de miércoles. Argentina, con altibajos, dominó la primera etapa y tuvo algunas chances muy claras sin terminar en la red. Por eso, cuando parecía que se moría la etapa en cero, una corrida final derivó en penal de Gerónimo Rulli. El mismo arquero fue el encargado de darle vida al equipo atajando la pena máxima.

Ya en el complemento, los del Vasco de la mano de un Giovani Lo Celso muy activo y la velocidad de Cristián Pavón se pararon definitavente en campo de Honduras. Así llegó la jugada del penal para el equipo albiceleste pero el arquero Luis López le desvión el remate a Ángel Correa.

De allí en más el conjunto argenitno pareció sentir el golpe anímico. Los ataques fueron cada vez más desprolijos, las contras de los centroamericanos más peligrosas y frecuentes y también la desesperación a lo que ayudaba Honduras demorando cada vez que podía la acción. Uno de esos contragolpes acabó en penal de Gianetti sobre el rápido Elis, que Antony Lozano transformó en 1-0.

Quedó tiempo para el apuro argentino. Algunas oportunidades y el ingreso de Simeoni y Espinoza para llegar al empate. Ascasíbar jugó un partidazo en el medio y le daba vida al equipo pero el reloj se iba llevando las ilusiones. En el minuto 3 del descuento, Mauricio Martínez llegó al gol tras un tiro libre desviado, pero el árbito no adicionó más y se sacó el partido de encima.

No alcanzó tanto empuje y en este deporte hacen falta goles, algo en lo que Argentina no estuvo fino. Una lástima por el buen nivel de los jugadores que se quedan sin poder mostrar su talento gracias a una AFA que hace agua por todos lados. Los más perjudicados son ellos, que tenian nivel para llegar más lejos. Pero sin organización, es casi imposible.

Por: Marcos Bernaola

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Foto: AFA